A partir de una iniciativa del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (Cecim) de La Plata, con el apoyo de otros organismos de derechos humanos de la ciudad, el predio fue declarado Sitio de la Memoria por el Concejo Deliberante en 2016. Cinco años después de la sanción de la ordenanza, el intendente Julio Garro sigue sin implementarla.
En el entramado terrorista, el Regimiento actuó en complicidad con otras unidades militares y fuerzas de seguridad. Las acciones respondían a una rígida cadena de mandos, con capacidad logística y operativa, que se desarrolló a lo largo de los años en estrecha vinculación con los centros clandestinos de detención “La Cacha”, “Comisaría Octava” y “1 y 60”, y la Unidad Penitenciaria 9. Los mismos nombres y metodologías se acumulan en expedientes que dan cuenta de rastros imposibles de borrar.
Como piezas de rompecabezas, los relatos reponen la memoria colectiva y permiten rearmar el circuito: Un local clausurado con fajas de la unidad militar y la firma de sus autoridades; la esposa de un secuestrado que se acerca buscando información y se entera, por un soldado que participó en el operativo, que su marido “está en la Comisaría Octava”, y los libros oficiales que registran a detenidos-desaparecidos como procedentes, a disposición o remisión del Regimiento, al momento de ser liberados. Los documentos y testimonios brindados en el escenario de los juicios por crímenes de lesa humanidad prueban el uso de las instalaciones de la unidad militar como lugar de detención y la responsabilidad de su personal en el traslado, detención, tortura, tormento y asesinato de personas.
En coordinación con la Policía de Camps, el Regimiento participó en los ataques de noviembre de 1976 a tres casas de militantes de montoneros, ubicadas en las calles 63, 139 y 30 de La Plata. La unidad militar también facilitó las armas de gran calibre utilizadas en los atentados, donde fueron asesinadas varias personas y secuestrados los menores Nicolás Berardi y Clara Anahí Mariani Teruggi.
El 26 de enero de 1977, Julio César Urien y Ángel Georgiadis fueron trasladados al Regimiento, provenientes de la Unidad 9. Dos días después, Horacio Luis Rapaport fue llevado en reemplazo de Urien y asesinado junto con Georgiadis. Sus certificados de defunción indican que murieron en la unidad militar.