Personas privadas de libertad de una de las cárceles bonaerenses de Lisandro Olmos elaboraron huerteros de madera y tutores para una experiencia educativa que se desarrolla en el Hospital Especializado San Lucas, de esa misma localidad.
La experiencia tuvo lugar en la Unidad 22 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y contó con el apoyo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Juan Martín Mena.
Los internos que participaron de la iniciativa solidaria son alumnos de la Escuela de Educación Primaria para Adultos (EEPA) 746 que funciona dentro de la cárcel de Olmos.
La iniciativa constó de la elaboración de huerteros de madera con tutores para marcar la siembra, plantines, semillas, tierra y carteles para el Hospital Especializado San Lucas, que cumple 50 años, situado junto al establecimiento.
Este proyecto para colaborar con una huerta educativa para el Hospital San Lucas se coordinó luego de una charla entre las autoridades de ambas entidades.
Personal penitenciario de la Unidad 22 y docentes de la EEPA 745, acompañaron el proceso de las personas privadas de la libertad para que realizaran los dos huerteros de madera de 1, 50 x 70, a los que pintaron, decoraron y este lunes se colocaron en el patio del Hospital San Lucas.
Fueron parte de la jornada de entrega, armado y sembrado de la huerta, la directora Asociada Hospital San Lucas, Alejandra Menchaca junto a personal interdisciplinario y acompañantes de los niños; la directora de la Escuela de Educación Primaria para adultos 746, con sede en las Unidades 22, 25 de Olmos y 12 de Gorina, Mercedes Cazón Burgos y los docentes Lucía di Ciani, Yamil Salas Bogado y Martin Giugovaz quienes impulsaron el proyecto.
Desde la Unidad 22 acompañaron el subdirector de Seguridad Lucas Novello, el subjefe de Tratamiento Gonzalo Núñez, la coordinadora educativa Marcela Nava.
Una de las docentes explicó: “La idea inicial fue pensar que los alumnos trabajen para un otro, que no queden las producciones en la escuela, y dejar una huella por donde uno pasó a alguien que lo necesita. Nosotros también lo vemos como una vinculación con la continuidad pedagógica de las personas privadas de la libertad, para tratar de sostener la educación, porque como la Unidad 22 es un hospital, vienen por tratamientos o alguna situación de salud y luego se vuelven a sus lugares, de esta manera, lo brindamos y la escuela trasciende el aula”.
La directora asociada Alejandra Menchaca agradeció a todos el trabajo y empeño que pusieron en la huerta educativa y contó la reciprocidad que se da entre instituciones, ya “que en el marco del día de la discapacidad, en diciembre del año pasado, fuimos un equipo interdisciplinario a la Unidad 22 a hacer un taller de movimiento y contar lo que es la discapacidad”.
Además de los huerteros se entregaron plantines y semillas de apio, perejil, lechuga, puerro, verdeo y rabanito para dejar una pequeña huerta instalada y para que puedan seguir produciendo, destacó Marcela Nava, agente penitenciaria del área educativa de la Unidad 22.
El Hospital San Lucas brinda abrigo y atención interdisciplinaria a niños y niñas y jóvenes de hasta 17 años con discapacidades motoras, intelectuales, sensoriales y viscerales, entre otras.